Como padres la herencia que les
dejamos a nuestros hijos es el estudio, ésa será la herramienta para que pueda
abrirse camino en la vida; es por ello que resulta frustrante ver al
adolescente o al joven apático en la
escuela o deseoso de no seguir estudiando; por eso surge la pregunta
¿Qué puede desmotivar al joven a seguir estudiando?
No se mencionarán las situaciones
económicas graves, de falta de oportunidades, de embarazo, unirse a la
delincuencia, querer trabajar e irse de la casa por el maltrato, etcétera,
hablaré de las situaciones en donde los padres pueden brindar estudio y su
hijo ya no quiere estudiar por otros factores.
Malas experiencias en el ámbito
escolar
En
ocasiones son las malas experiencias en la escuela las que hacen desistir al
alumno de seguir estudiando como por ejemplo:
1.- El joven ha tenido varias
frustraciones en relación a la escuela, quizá porque se le ha dificultado
seguir el nivel académico de sus compañeros, porque ha repetido año o ha
reprobado más de dos materias cada año y entonces considera que estudiar no es lo
suyo.
2.- El ambiente en la escuela ha
sido desagradable para él, probablemente ha sufrido de bullying o ha mantenido
malas relaciones con sus compañeros, quizá se le dificulte relacionarse con sus
compañeros, entonces considera que cada año será lo mismo y ya no desea seguir
viviendo esa experiencia.
3.- Los métodos de enseñanza no
han sido los más adecuados, los maestros han sido un mal ejemplo para el estudiante o la
forma en que le enseñaron alguna materia no fue la ideal, por lo que cree que
es él el que está mal y prefiere abandonar a seguir cursando materias con las
que ha batallado mucho (por ejemplo matemáticas).
4.- En algunos casos ha recibido
maltrato de parte de alguna autoridad y como consecuencia la escuela se
convierte en un lugar desagradable para seguir asistiendo aún más años.
¿Cómo evitar que esas malas experiencias sea el factor para no estudiar?
- Como padres es nuestro deber preparar al joven en las experiencias de la escuela ya sean positivas o negativas, estar al pendiente de lo que ellos considerarían un fracaso para tomarlo como la oportunidad para empeñarse más en lo que respecta a sus calificaciones.
- Prestar más atención aquellos puntos en los que su hijo es bueno quizá sacó baja calificación en una materia, pero y que tal en la que estuvo
más alto, motivemos sus puntos fuertes.
- Con respecto a sus relaciones interpersonales estar alertas al acoso escolar y brindarle herramientas sociales para que pueda salir airoso de ésta experiencia que se puede convertir en la oportunidad para crecer.
- Con relación a la escuela estar pendientes de la forma en la que la institución imparte sus materias, qué actividades se desarrollan, cómo motivan al estudiante y están pendientes de él, así como el respeto y el ambiente escolar que rodean al niño para que la escuela sea la mejor experiencia de su vida.
FACTORES DEL ÁMBITO FAMILIAR
En la casa pueden existir circunstancias
conscientes (en parte es un alivio económico o de dejar de batallar para los padres
que no siga estudiando) o inconscientes (desean que siga estudiando pero lo
desmotivan a ello) por ejemplo:
1.- El joven recibe mensajes
dobles, ya que lo animan a continuar estudiando pero al mismo tiempo le
transmiten frases como “es que no puedes”, “no te esmeras lo suficiente”, o “a
veces pienso que no vale la pena gastar en la escuela si sigues así” quizá los
padres imaginen que su hijo se va a motivar, pero sucede lo contrario.
2.- El joven quizá no cometa
muchos errores, pero se los marcan más que los aciertos y por lo tanto se
siente poco capaz para lograr un buen resultado en la escuela.
3.- Los padres consciente o
inconscientemente le comparten las cargas económicas o las dificultades
familiares y aunque lo motivan a continuar estudiando el chico observa que él
es una carga más entre todas las dificultades que hay en la casa.
4.- Los padres que comentan que aunque no
terminaron los estudios les va bien, y como resultado el joven piensa que así
va a ser con él también.
5.- Los padres no han hablado con
el joven acerca de la importancia que tiene la preparación en la vida y la
obligación que ellos como padres tienen para brindarles esa herramienta.
6.- Sin querer los padres hablan
mal de la escuela, los maestros y el sistema educativo en general lo que
provoca que el joven no confíe en una institución para salir adelante (reforzado
algunas veces porque él mismo joven lo está viviendo)
7.- "Saturarlo" de actividades, si
desde preescolar en ocasiones lo ponemos en distintas actividades incluyendo
los campamentos de verano y aparte no se va la familia de vacaciones a
disfrutar y desquitar todo el trabajo que se realizó en el año, el niño estará
cansado para seguir estudiando, como dice el dicho “Ni tanto que queme al
Santo, ni poco que no lo alumbre”.
¿Qué hacer en el ámbito familiar para disminuir la deserción?
- Que los padres sean congruentes y tengan una planeación a futuro para sus hijos, dar el estudio como un hecho, motivar al joven en lo que hace positivamente, en sus fortalezas y aquello que le es difícil mostrarle cómo salir adelante.
Recordar que no cualquiera puede |
- Aunque los padres estén orgullosos de haber sacado a la familia con estudios mínimos, motivar al joven a que si ellos pudieron hacer lo que hacen con tan poco, si ellos hubieran obtenido un grado más alto tendrían todavía más oportunidades que ellos, así mismo hablarle también de las dificultades que han pasado, por no haberse preparado lo suficiente.
- Quizá la escuela no
tenga los maestros suficientemente preparados o no brinde todo lo que
ofrece y no podamos cambiarlo de escuela, sin embargo podemos hablar con el joven, de que es su
responsabilidad en el estudio lo que lo sacará adelante, a pesar de los
maestros o el sistema educativo, veamos en esta debilidad una fortaleza, para
que demuestre que puede salir adelante “a pesar de”.
- Por otro lado apoyémoslo con clases alternativas si se tiene la posibilidad como por ejemplo; de inglés, computación, electricidad, belleza, cocina, etc; y si está en la universidad y le están desmotivando las materias básicas, que entre a algún curso o taller en donde se apliquen los conocimientos de la carrera.
- Las actividades laborales y educativas de la familia deben ser recompensadas con vacaciones en donde todos puedan disfrutar juntos y mantener ese vínculo tan especial.
UN CONSEJO
Hablar con el joven acerca de lo
que le pasa es importante solo él tiene la respuesta a qué lo desmotiva, en
caso de que ni él sepa qué le pasa busquemos ayuda, para saber qué está
sucediendo.
En ocasiones le damos a nuestro
hijo una idea falsa de lo que es la vida y piensa que puede estar sin trabajar
o estudiar y no pasa nada, sin embargo a pesar de verse cómoda la situación, es
frustrante para alguien tan lleno de vida e inquietud no tener esa actividad
intelectual y el ocio puede ser la madre de todos los vicios.
A veces mostrar un poco de
realidad puede ser útil, si el joven ya no desea a estudiar démosle la
oportunidad de buscar un trabajo para que se dé cuenta que sin la preparación
adecuada no es tan fácil, porque si no estudia hay que trabajar y cooperar con
la casa, pero ojo, también nuestro hijo podrá encontrar aquello que lo haga muy
feliz y retomar posteriormente el estudio… YO DIGO.
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