lunes, 7 de marzo de 2011

Amándome

Si se me hubiera dado la oportunidad de elegir mi sexo, elegiría ser mujer...
A esta conclusión he llegado después de vivir alegrías, tristezas y esperanzas.

Cuando se es adolescente, el tiempo de rebeldía y cuestionarnos el lugar que tenemos, nos hace desear más ser como un hombre, ya que tienen privilegios que nosotras no tenemos; y la sociedad los juzga diferente, aunque hagamos las mismas cosas.

¿Ser un hombre?
Cuando pienso que tenemos el don mas preciado del mundo, que es dar vida, me doy cuenta de que mi existencia no tiene que ser como la de un hombre, ya que fuimos creadas para un fin distinto, y esa idea hace que me ame mas y si Dios no me diera ese don, me da la ternura para criar un hijo como si fuera mío, porque ese privilegio, se nos dio en gran medida a la mujer

Ha sido tan rápido el cambio de estatus que hemos tenido, que nos sentimos desfasadas y confundidas, pero hay que estar alertas.
Solo nosotras podemos hacer que el mundo se vea diferente con un beneficio para todos, tanto hombres como mujeres.

El mundo es diferente cuando me doy cuenta de que no soy un objeto sexual, ni una incubadora, mucho menos una esclava.
Puedo verme bella, sin que por eso se me falte al respeto. Porque amo mi persona.

Soy madre y no quien le da al hombre a través de un hijo el sentirse mas hombre, siento el agrado de educar a mis hijos y tener un lugar bello para mi y mi familia, pero no por eso me voy a esclavizar solo a hacer el trasteo en la casa. Porque amo mi estilo de vida.

En la adolescencia y juventud tengo derecho a divertirme, porque las mismas oportunidades se nos dan a todos, sin embargo, respeto mi cuerpo y no le doy aquello que lo dañe, como el alcohol y las drogas ¿Por qué?  Porque amo mi cuerpo.

Tengo derecho a ejercer una carrera, para desarrollar esa vocación que se halla en mí y al realizar tan digna labor llenarme de satisfacción, ya que mi vida tiene un propósito, más allá de lo que otra persona desee o quiera. Amo mi inteligencia.

Soy capaz de decidir con quién tener una relación sexual, porque yo lo deseo no por capricho de otra persona.
Puedo ejercer mi sexualidad y disfrutarla, sin ser llamada prostituta y cuidarme para tener o no hijos.

Me agrada eso... tengo la capacidad  para decidir qué clase de futuro quiero con los hijos que tendré. ¿No es a mí a la que preguntaran “deseas casarte conmigo”? Tengo el poder de decidir mi futuro, ¿Deseo ser amada o golpeada? ¿Deseo llenarme de hijos o educar hijos en compañía de mi esposo y no de mi amo o mi dueño?

Dar vida... si! tengo esa capacidad y es importante tomarla con responsabilidad ¿cómo puedo elegir si mi hijo va a vivir o no cuando esta gracia es divina y por lo tanto con una razón perfecta?
Tengo derecho a informarme desde temprana edad sobre mi reproducción, para que, no por ignorancia tome decisiones que afectaran mi vida.

Soy mujer y soy feliz de serlo como también de la responsabilidad que ello implica. Soy mujer y tengo la capacidad de elegir la forma en la que quiero vivir, con la persona que yo elija.
Porque amo todo lo que soy y todo lo que soy capaz de ser. 

Psic. Rocío Avalos Ahumada

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