La palabra Autoestima así como la palabra Amor se han desgastado a fuerza de tanto repetirlas, sin embargo son vitales en tu vida, es el alimento del alma… del espíritu, son intangibles como tantas cosas que valen la pena, no puedes ver el amor o la autoestima, pero cuando te faltan, causan grandes estragos en tu vida: la destruye por completo y permites a los demás que te destruyan también.
Puedes reconocer la autoestima; por el concepto que tienes de ti mismo; pregúntate: ¿Cómo te defines?, ¿Qué palabras utilizas para referirte a tu persona?, ¿Crees que eres capaz de realizar lo que deseas?, Cuándo te equivocas ¿Que tan severo eres contigo mismo?
Y respecto a tu imagen; ¿Qué miras cuando ves al espejo?, ¿Te sientes agraciado con lo que Dios te dio: el cabello, la tez, la figura, las imperfecciones y puntos fuertes?, ¿Te agrada que la gente vea tu rostro, dientes, cuerpo o manos?, ¿Cuándo te arreglas, estas satisfecho con lo que ves?, ¿Aceptas los halagos que te llegan, porque sabes que son ciertos?
Lo que piensas de ti y lo que ves en ti, conforman la autoestima, es el resultado del valor que te das, por ejemplo: ¿Te estimas lo suficiente como para evitar que se aprovechen de ti?, ¿Te estimas lo suficiente como para decir lo que te gusta y no te gusta?, ¿Te estimas lo suficiente como para evitar hacerte daño, con conductas que sabes te destruyen?, ¿Te estimas lo suficiente como para amarte más que al otro y que dejen de hacerte daño?, ¿Te estimas lo suficiente para hacer tu vida a tu manera, sin dañar a los demás , ni dañarte a ti mismo?, ¿Por qué no te dañarías…? ¡PORQUE TE AMAS, PORQUE TE CONSIDERAS UNA PERSONA VALIOSA, PORQUE LO ERES!
¿Te suena familiar la frase: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mc 12 29 – 31)?, así es, el AMOR empieza contigo, cuando hablas de Autoestima TE AMAS A TI MISMO y por lo tanto eres capaz de amar a tu prójimo, al que te rodea, el que está cercano a ti. Así que lo respetas, respetas lo que piensa, siente y dice; tal como tu respetas, tus emociones y sentimientos, perdonas sus errores, como perdonas los tuyos, sabes que puede cambiar de opinión, como tu cambias de opinión, no te molesta el hecho de que esa persona no quiera acompañarte a algún lugar, porque a veces, tu tampoco puedes hacerlo.
En estos principios se basa la asertividad, en la expresión congruente de tus pensamiento, deseos, derechos, sentimientos, necesidades y decisiones; si no quieres hacerlo no lo haces, la incongruencia, sería que no expresaras lo que realmente quieres e hicieras lo contrario a tus sentimientos y pensamientos; ¿Mucha responsabilidad verdad?, si, una maravillosa responsabilidad, ya que al darte cuenta de la importancia de tus palabras y conductas aprendes a ser responsable de tu vivencia personal y respetas la vivencia de los demás.
La teoría en la que se basa la asertividad es: EL DERECHO Y LA RESPONSABILIDAD A CONTROLAR Y DIRIGIR LA PROPIA VIDA.
Cuándo no te estimas lo suficiente, temes decirle a otros (inclusive a ti mismo) lo que deseas, piensas o quieres, te convierte en blanco fácil de la manipulación y al final decides que los demás te hacen sentir mal o deciden por ti, claro “por tu bien”, recuerda: nadie te hará sentir mal con sus palabras o acciones si tu no lo permites.
Cuándo no te estimas lo suficiente, es fácil querer controlar, imponer, gritar más fuerte, dar el primer golpe antes de que te lo den a ti, pensar lo peor de los demás y crear tus profecías auto cumplidoras, ambos son extremos: ser pasivo o agresivo, la alternativa es ser asertivo.
Cuando te estimas lo suficiente solo… vives, expresas lo que sientes o piensas, generalmente escuchas más que hablar, no es necesario estar a la defensiva, no cedes a la manipulación, sabes acercarte positivamente a las personas, les dices que las amas tanto como tú te amas, a veces sin necesidad de palabras… las respetas y el respeto es intangible, como la electricidad, pero ves sus efectos cuando el foco prende, inclusive cuando a pesar de que el otro está equivocado, tú le das la razón.
¿Cómo puedes darle la razón a alguien si no la tiene?, un ejemplo: alguien te dice que lo que traes puesto, se te ve mal, y ¿sabes? ¡tiene razón! Es su opinión y esa persona considera que lo que traes puesto se te ve mal y tú te sientes muy bien con lo que traes puesto, así que si la otra persona opina que no, es su opinión y se respeta, no la tienes que convencer y mucho menos sentir mal, solo le dices: “Entonces ¿crees que se me ve mal lo que traigo puesto?” y te responde que sí, contestas “Está bien” y continuas con lo que estabas haciendo, no odias a esa persona ni empiezas a decirle cosas horribles, es lo que esa persona piensa ¿y luego?, Tú te sientes a gusto… sigue con tu vida, ahí está: TU AUTOESTIMA, TU SEGURIDAD, TU ASERTIVIDAD.
Supongamos que es al revés, si eres asertivo le dirás a esa persona, “no me agrada como se te ve lo que traes puesto (es tu opinión), me agrada cuando te pones (la camisa, blusa pantalones etc.) que te pusiste hace días, te ves muy bien”, porque si haces el comentario de que algo no te agrada de otra persona, no es para que la otra persona se sienta mal, es porque tienes una opinión propositiva y recuerda… solo es tu opinión, no te sientas mal si la otra persona responde “No me interesa”, porque está en su derecho y la vida continúa.
Para mí, la asertividad y la autoestima están muy ligadas, porque puedes amarte mucho, sin embargo necesitas herramientas que te sean útiles para mantenerte congruente.
No se trata de decirle a los demás “¡ME AMO MUCHO, MÍRAME!” no es necesario que convenzas a nadie, cuando AMAS AL OTRO COMO A TI MISMO, todos se dan cuenta de cuanto TE AMAS.
ESTE MES DE FEBRERO INICIA AMANDO A LA PERSONA MÁS IMPORTANTE : TÚ!!!!
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