miércoles, 9 de febrero de 2011

DEL AMOR A LA TIRANÍA (PART 1)

         En una familia, hay ocasiones en que un miembro de la misma decide "sacrificarse" por el resto, ese sacrificio se traduce en una extrema preocupación hacia los padres, hermanos, etc; su sacrificio tiene como base la búsqueda del amor de su familia, el de minimizar alguna culpa auto impuesta ó compartir alguna culpa... sin siquiera tenerla. La familia "sobrevive" gracias a esa amorosa persona que trata de unirla y de salvar a los padres a los cuales desea agradar.
      Esta historia inicia desde pequeños, cuando las personalidades de cada hijo se van forjando y hay un vástago, que en lugar de dar problemas, se los resuelve solo y aparte resuelve el de los demás, si el hermano es problemático prefiere pensar que si calla o cede las cosas serán mejor o más tolerables, así no se pelearán y los padres no estarán angustiados, además, siempre se pide prudencia al hijo más tranquilo; en otras ocasiones,  sirve de unión a una desgastada relación conyugal y funge de vía para la comunicación; pesada carga para los hombros de un hijo.
    Si este amoroso hijo se queda en su familia o regresa a ella por diversas circunstancias de la vida (no importa la edad), como tiene la sensibilidad de darse cuenta de las necesidades de la familia sufre, acompaña, resuelve y se entrega.
      Sin embargo cargar con la familia tiene sus desventajas y en algún momento de esta historia, la persona que se "sacrifica" se puede volver una TIRANA, no por que quiera serlo, ni siquiera se da cuenta, si no, porque es la única que detiene el dique y lucha... hasta con los que protege para que se dé la paz y el equilibrio que siempre buscó.
      Es totalmente cierto que nadie experimenta en cabeza ajena y el amoroso familiar deja que sus derechos sean violentados quedándose al final, callado ó mostrando alguna conducta pasivo - agresiva.
   Entender que no se puede cargar con la vida del otro, que uno no es responsable del mal carácter o de la debilidad del carácter, de la desobligación o abnegación de los padres o los hermanos, que cada quién tiene que enfrentar las consecuencias de sus actos, es realmente difícil y dejar de cargarlos más, porque la persona no se da cuenta de  la situación; realmente cree que es solo un objeto pasivo y al ver una situación difícil prefiere no hacer olas, teme que al mover las cosas y enfrentarlas lo único que sucederá es agravar la problemática.
    Por años se acostumbró a sostener, unir, proteger y sacrificarse; le da MIEDO soltar aquello que no desea ser sostenido y al mismo tiempo los demás disfrutan de este acto, porque pueden CULPARLO,  ya que, no importa cuánto se esfuerce lo estará haciendo mal, ahora resulta que es el TIRANO.

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